En los últimos años los ordenadores han pasado a ser una parte importante de la vida de las personas, sobre todo de los más jóvenes. Sin embargo, a las personas mayores todavía les cuesta adaptarse a este mundo tecnológico tan cambiante. Hoy vamos a ver cómo los ordenadores pueden llegar a ser un instrumento útil para el profesional de terapia ocupacional y un estímulo mental para nuestros mayores.
En estos tiempos que vivimos, Internet se ha convertido en una herramienta de uso común. En las casa, el ordenador ha ido desplazando poco a poco a otros medios de entretenimiento más tradicionales como la radio o la televisión. Al principio, adolescentes y adultos más jóvenes representaban la mayor parte de los usuarios, pero hoy el rango de edad de las personas conectadas es cada vez más amplio.
Por eso, manejar correctamente un ordenador, una táblet o un móvil se ha convertido en algo fundamental para desenvolvernos con soltura en este mundo cada vez más tecnológico. De hecho, el número de personas de la tercera edad interesadas en aprender a usar estos recursos tan importantes, se incrementa considerablemente año tras año. Sin embargo, el principal problema radica en que para muchos, el usar un ordenador, puede llegar a resultar demasiado complicado.
Diversas iniciativas han buscado la adaptación de nuestros ancianos a la informática. Un ejemplo es el trabajo que diversos voluntarios realizaron, ayudando a más de 14.000 ancianos catalanes a aprender a manejar un ordenador, en un programa de la Fundación La Caixa y la Generalitat, a lo largo de una década. Otro es la implicación de los propios fabricantes de ordenadores, desarrollando sistemas que permiten un fácil acceso para poder revisar el e-mail, encontrar los sitios web y las aplicaciones más utilizadas, de manera mucho más sencilla, con una interfaz extremadamente simple.
En las residencias geriátricas el ordenador puede llegar a ser una herramienta importante en la terapia ocupacional. Está demostrado que su uso facilita la estimulación mental del anciano, reduciendo las probabilidades de pérdida de memoria relacionada con la edad. Además, utilizándolo de manera responsable, puede llegar a mejorar diversos aspectos como la memoria, la visión, la organización o la sociabilidad.
Para el terapeuta ocupacional se convierte en un recurso terapéutico que permite aumentar la independencia funcional de los ancianos cuando se usa en un programa planificado con metas y objetivos definidos. Por ejemplo, se empieza con la realización de tareas simples como diseñar una tarjeta de felicitación, usando herramientas de dibujo para desarrollar la creatividad de la persona mayor y a la vez, instruirla poco a poco en el manejo del hardware y software. Luego se pasa a usar procesadores de texto, cuyo manejo mejora las capacidades funcionales de las personas mayores, sobre todo aquellas que tienen una movilidad limitada que les impide escribir a mano de manera legible.
Los programas de software controlados por voz van a permitir a aquellos ancianos con una visión limitada, trabajar con el ordenador de la misma forma que una persona normal y realizar ciertas actividades que por su estado físico, nunca podría realizar. También los juegos educativos, pensados para estimular nuestro cerebro, pueden tener un puesto destacado en los programas de terapia ocupacional basados en el uso del ordenador.
Hemos visto que la tecnología también puede servir para ayudar a nuestros mayores a tener una mejor calidad de vida. Es importante que las residencias para personas de la tercera edad tomen consciencia de ello y cada vez sean más las que dispongan de ordenadores en sus instalaciones y desarrollen terapia ocupacionales basadas en estas potentes herramientas. Sin lugar a dudas, el ordenador es un medio importante de estimulación mental para nuestros mayores.