Continuamos con el tema que empezamos la semana pasada, hablando sobre los pacientes hemipléjicos y su rehabilitación en residencias geriátricas. En el anterior artículo nos centramos en distinguir las distintas fases por las que puede pasar estas personas y la labor que desempeñaba el fisioterapeuta en cada una de ellas. En esta ocasión nos vamos a centrar en el trabajo del terapeuta ocupacional.
Los dos tratamientos, el del fisioterapeuta y el del terapeuta deben relacionarse y complementarse. Mientras que el primero busca potenciar el movimiento activo a base de fortalecer el músculo y las articulaciones, el terapeuta tratará de trasladar esa mejoría física a una mayor autonomía por parte del anciano.
Básicamente podemos reducir los objetivos de la terapia ocupacional en personas mayores con hemiplejia en aumentar el grado de autonomía en las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) y en compensar las limitaciones motoras, mediante el uso del cuerpo y las ayudas técnicas. Normalmente el tratamiento de terapia ocupacional se debe llevar a cabo 2 veces por semana y la duración de cada sesión no debe exceder los 30 minutos.
Los terapeutas de las residencias geriátricas comienza trabajando aquellas actividades básicas que, una vez realizadas correctamente, permitan al anciano tener cierta autonomía. Estas actividades son vestirse, asearse, ducharse y usar el wc.
A la hora de vestirse se deben seguir una serie de recomendaciones como usar prendas anchas con botones grandes y cierres con velcro en pantalones, faldas y calzado. Hablando de este último, es conveniente que sea cerrado, abarcando todo el pie, de material grueso y sobre todo, de suela antideslizante, para evitar resbalones y caídas. En algunos casos se puede utilizar un calzador de medias-calcetines para ayudar a la persona con hemiplejía, si no puede ponérselos por sí misma. Otras ayudas técnicas pueden ser abotonadores y subecremalleras, calzadores largos, pinzas para sujetar la ropa y ganchos para vestirse y desvestirse.
Para colocar la parte superior de la prenda, comenzaremos introduciendo el brazo afectado en la manga e iremos subiéndola hasta llegar por encima del codo. Luego introduciremos el otro brazo, ayudándolo en lo posible con el brazo afectado, y cuando lo tengamos listo introduciremos el cuello de la prenda por la cabeza. Tiraremos los hombros para atrás y sacaremos pecho para ayudar a bajar la ropa y con la mano buena terminaremos de estirarla y colocarla.
Para la parte inferior meteremos antes la pierna afectada, bien colocándola encima de la normal o usando un gancho calzador de medias, luego introduciremos la pierna no afectada, subiremos la prenda poniéndonos de pie, ayudándonos con asideros o apoyos y finalizaremos usando el calzador para ponernos los zapatos.
Para el aseo personal se recomienda usar peines de mango adaptados y recipientes con sistema difusor. El anciano se debe peinar usando el brazo no afectado y ayudar con éste al afectado para aquellas zonas donde no llegue el brazo bueno.
En la ducha es importante contar con una silla de ducha con respaldo y apoyabrazos y esponjas y cepillos con asideros y mangos adaptados que permitan llegar a las zonas de más difícil alcance. Se recomienda tener siempre a mano un asidero o más, colocar los utensilios necesarios en el lado de la parte del cuerpo no afectada y situar el jabón, champú, esponja y grifería a la altura apropiada, ya que la persona mayor se encontrará sentada.
Otro de los aspectos que se trabajan en terapia ocupacional con estas personas, es el de la movilidad en la cama, el paso de estado de acostado a sentado y el levantarse. Se debe salir de la cama del lado afectado. La posición de descanso debe ir alternando el decúbito supino con el decúbito lateral, que es preferible que se realice del lado bueno para evitar que el peso del cuerpo presione a la zona afectada.
Para sentarse en la silla de ruedas o levantarse, el anciano debe ayudarse en el cuidador que se situará enfrente suyo y pasará su brazo por debajo de la axila para levantar el cuerpo y trasladarlo al sitio deseado.
Hemos visto alguno de los trabajos que los terapeutas ocupacionales realizan en la rehabilitación de pacientes hemipléjicos en residencias geriátricas. Gracias a ellos, estas personas pueden llegar a tener un grado de autonomía realmente elevado, para el desempeño de las actividades básicas de su vida diaria.