La movilidad es un componente esencial en la vida de un ser humano y es lo que nos permite tener autonomía. Con la edad se produce un deterioro en las funciones motoras que provocan una disminución de la capacidad para desempeñar ciertas actividades de la vida diaria. Esto hace que las personas mayores sean propensas a llevar una vida sedentaria. En las próximas líneas vamos a hablar de los peligros del sedentarismo en personas de la tercera edad.
Debemos distinguir 2 tipos de inmovilidad en los ancianos: aquellos que lleva una vida sedentaria pero son capaces de moverse con menor o mayor independencia, hablaríamos en este caso de inmovilidad relativa, y aquellos otros que sufren de inmovilidad absoluta
Llega un momento en que nos damos cuenta que nuestra forma de vida es incompatible con el cuidado de nuestros mayores. Éstos requieren cada vez más atención por nuestra parte y de más espacio, dos aspectos importantes que nosotros somos incapaces de satisfacer. El estar fuera de casa la mayor parte del tiempo, debido al trabajo y las dimensiones cada vez más reducidas de las casas hoy en día, hacen que nos planteemos llevar a nuestros familiares a una residencia geriátrica. Hoy os vamos a dar una serie de consejos a tener muy en cuenta, para poder elegir una buena residencia para nuestros mayores.
Antes de nada, debemos reflexionar y darnos cuenta de que existen otras alternativas para el cuidado de nuestros ancianos, como son los centro de día, la teleasistencia o la ayuda a domicilio. La elección de enviar a un familiar a una residencia geriátrica debe ser consensuada. La decisión final la debe tomar el propio anciano, aco