De repente un día te das cuenta que la vida ha pasado y que aquel que siempre te ha cuidado, ya no puede hacerlo, y ahora eres tú el que debes «devolverle» el cuidado y el cariño que durante tantos años te ha dedicado cuando eras un niño. Pero ahora, tu vida es diferente, tienes una familia, un marido o esposa, unos hijos que educar, un trabajo…. “¡Dios mío!” y te preguntas “¿cómo organizo ahora mi vida?”.
Una decisión difícil pero necesaria
¿Qué sucede entonces cuando nuestro padre o madre bien por enfermedad, por edad o cualquier otro motivo no pueden valerse por sí mismos?¿Estamos mental y físicamente preparados para asumir una situación así? ¿Tenemos el tiempo necesario en nuestra vorágine de vida para destinar el espacio necesario a aquellos que nos han dado la vida y ahora tanto nos necesitan?
Qué preguntas tan difíciles ¿verdad?
Vamos a intentar a través de estas líneas darle un sentido a todo esto, partiendo de la base de que cada caso es diferente y asumiendo la buena voluntad y disponibilidad de todo aquel que lea estas líneas.
En una situación así, nadie quiere desprenderse de un ser tan querido, pero todos sabemos que cuidar de una persona mayor es una tarea laboriosa que con el paso del tiempo se va convirtiendo cada vez más complicada a la par que nos hacemos mayores. Al principio se intenta por todos los medios que estén a tu lado, cuidarlos lo máximo posible como ellos te cuidaron a ti e incluso piensas que llegará un día en que mis hijos tengan que hacer lo mismo que yo hago por mis padres ahora.
¿Por qué Residencial Santa Cecilia?
De repente un día alguien os pregunta: “¿Has pensado en una residencia de ancianos?” Y tu cara cambia, mientras piensas que no quieres abandonarlos así. ¿Quieres que no te invada esa sensación de estar haciendo las cosas mal? Sigue leyendo y al final cambiarás de opinión.
Pensar en una residencia de ancianos no es abandonar a tus mayores sino todo lo contrario. Es darles calidad de vida.
Analiza las posibilidades de una residencia de la tercera edad
¿Qué hace una persona mayor en tu casa cuando te vas a trabajar, o cuando atiendes a los niños o cuando haces las tareas de la casa? Generalmente está “sola”.
En una residencia de ancianos como Residencial Santa Cecilia de Pola de Siero, socializan con personas de su edad, están atendidas las 24 horas del día por el equipo médico-sanitario, realizan actividades en la que pueden sentirse útiles, desarrollan actividades de ocio, hacen amistades, pueden sentir que recuperan parte de la independencia que perdieron y lo más importante, cuando reciben visitas de sus seres queridos, éstos les dedican el 100% de su tiempo a estar pendientes de ellos.
¿Realmente podrías hacer esto si fueras tú la responsable de su cuidado?
Lo más seguro es que después de entrar en una residencia de ancianos te des cuenta de que incluso ves mejoría en ellos, porque están más activos, porque les ves reír con sus nuevos amigos, porque si tienen un problema les atienden al momento, y será ahí cuando te des cuenta de que no los has abandonado, sino que simplemente les has dado un nuevo hogar donde les cuidamos, atendemos y donde el objetivo principal es cubrir sus necesidades con personal cualificado que sabe cómo deben actuar para que se sientan mejor, si cabe, que en su propia casa.