A pesar que el avance de la edad no implica necesariamente una disminución de las funciones mentales y de la capacidad de razonamiento, sí es verdad que con el envejecimiento, surge un declive en la capacidad de adaptación, que se traduce en la disminución o deterioro de algunas funciones fisiológicas y mentales. Una de las más notable es la pérdida de memoria inmediata que puede llegar a originar pequeños cuadros de desorientación en el anciano. Por eso, en la próximas líneas trataremos de descubrir qué es la desorientación en personas mayores y cómo debe ser su cuidado en residencias geriátricas.
Cuando hablamos de desorientación no debemos hacerlo como si fuera una enfermedad en sí, sino como lo que realmente es, un síntoma. Por eso, lo primero que se debe hacer es buscar el origen del problema, la causa que origina ese desajuste en el cerebro. Normalmente nos encontramos con dos tipos: las causas extracerebrales, como pueden ser la intoxicación por fármacos, los trastornos metabólicos, o una deficiente oxigenación y por otro lado, las causas derivadas de una patología cerebral, como la demencia, trastornos cerebrovasculares, traumatismos craneales, un tumor cerebral o un estado epiléptico.
En las personas mayores, la desorientación suele estar muy ligada a la demencia senil. Ésta se caracteriza por un deterioro del funcionamiento intelectual, en el que se ven afectadas, al menos, tres de las siguientes áreas de actividad intelectual: lenguaje, memoria, habilidades visoespaciales, personalidad o afectividad, y cognición. Desgraciadamente, más del 20% de las personas mayores de 85 años sufren algún síndrome de demencia.
Reconocer a Casino Online un anciano desorientado no suele entrañar ninguna dificultad. Normalmente no son capaces de encontrar lugares específicos, como su casa, y tampoco de responder a preguntas sencillas. Muchas veces los podemos encontrar deambulando de un lado para otro sin dirección u objeto aparente.
Este estado de desorientación puede durar horas, incluso días. Durante la duración del mismo, es frecuente que la persona que lo sufre confunda a las personas, tanto familiares como al personal que lo atiende.
Hoy en días las residencias geriátricas en Asturias están preparadas para albergar en sus instalaciones a personas mayores con problemas de este tipo. La cada vez mayor proliferación de las enfermedades mentales en nuestra sociedad, obliga a las residencias a contar con los servicios adecuados.
Los cuidados abarcan desde un régimen adecuado para reducir el déficit vitamínico que suelen presentar las personas mayores que sufren estos cuadros de desorientación o de demencia, hasta lo que podríamos denominar una intervención ambiental. Dentro de ésta estaría una correcta ventilación e iluminación de la habitación, tanto de día como de noche, la estimulación visual y auditiva del anciano y la realización de juegos y actividades que favorezcan la actividad mental.
Es esencial establecer una relación especial con este tipo de personas, estar a su lado y hablarles con calma, sin agobiarlas. Normalmente no son capaces de contar sus problemas, por ello es necesario crear un ambiente idóneo para que exista una buena comunicación que ayude a conocer las causas de su desorientación para que el personal de estas residencias pueda decidir cuáles son los cuidados más oportunos.