Como todo el mundo sabe, el Alzheimer es una de las patologías que más afecta a las personas mayores en nuestros días. Según los últimos estudios, unas 800.000 personas lo sufren en nuestro país, se trata de una enfermedad degenerativa que se manifiesta con una progresiva pérdida de la memoria y de otras capacidades mentales.
Hoy vamos a ver cómo se trabaja con enfermos de Alzheimer en las residencias geriátricas en Asturias.
Pero primero vamos a conocer un poco las causas del Alzheimer.
Principalmente existen dos factores de riesgo: la edad y los antecedentes familiares.
A medida que nos hacemos mayores nuestras células nerviosas van muriendo, por eso, a partir de los 65 años el riesgo de contraer la enfermedad se dispara, pasando de un 10% a esas edades, hasta un 50% en personas mayores de 85 años.
Por otro lado, aquellos individuos cuyos padres o abuelos han tenido la enfermedad, son más propensos a desarrollarla. De todas formas, aunque su incidencia no es muy alta, apenas el 1%, sí que conocer los antecedentes ayuda a aplicar tratamientos preventivos que pueden frenar su aparición.
Las investigaciones para conocer la causas de la enfermedad del Alzheimer continúa hoy en día. Recientemente se ha relacionado el Alzheimer con desórdenes metabólicos, concretamente con la resistencia a la insulina.
Como síntomas frecuentes del Alzheimer, nos encontramos con pérdida de memoria, alteraciones del estado de ánimo y de la conducta, problemas con el lenguaje, alteraciones cognitivas y dificultades VolumePills para orientarse. Podemos decir que su duración oscila entre los 10 y 12 años, en las que el enfermo pasa por distintas fases, perdiendo progresivamente su autonomía, pasando a ser plenamente dependiente al final.
Desgraciadamente, aunque existen diversos fármacos que consiguen con mayor o menor éxito frenar el desarrollo, aún no existe una cura definitiva para el Alzheimer.
En las residencias geriátricas en Asturias son conscientes que con unos hábitos de vida saludables es factible reducir los efectos de la enfermedad. Así, mediante una dieta equilibrada se consigue que no aparezcan factores de riesgo como son la obesidad, el colesterol, la hipertensión o la diabetes. También practicar ejercicio físico y mental, ayuda a que se reduzca el riesgo de contraer Alzheimer.
Mediante el uso de diversos programas de intervención se busca que los ancianos de los geriátricos en Asturias que sufren esta enfermedad, puedan llevar una vida lo más normal posible.
Con terapias de estimulación adecuadas al estado de cada persona, potenciando sus capacidades físicas, cognitivas y funcionales, fomentando las relaciones sociales tanto dentro como fuera de la residencia, y realizando actividades que provoquen un aumento de la autoestima, se logra reducir los efectos tan devastadores que el Alzheimer provoca en personas de la tercera edad.
Sin lugar a dudas, podemos decir que, en general, las residencias geriátricas en Asturias cuentan con una serie de servicios geriátricos y recursos que las hacen estar lo suficientemente preparadas para trabajar con enfermos de Alzheimer.